Quiero ser para tí como un puente sobre el río.
De este lado, tu hoy. Del otro lado, tu mañana.
Entre ambas orillas,
el río de la vida: a veces está calmo, a veces
turbulento;
algunas veces traicionero, otras profundo y
barroso. Es necesario atravesarlo. No soy Dios
ni pretendo jugar a Dios. Sólo Él puede llevarte
con seguridad a la otra orilla. Pero sí quiero ser
el puente que haga más fácil tu trayecto.
Si tienes miedo, pasa sobre mis hombros. Si no
quieres correr riesgos, usa mis hombros. Si
encuentras que no conviene pasar solo, usa
mis hombros. Si me balanceo, no tengas miedo.
Dios me colocó en tu camino para ayudarte a
cruzar el río de la vida. No vaciles en pisar
solamente en mí. Y cuando estés por llegar, si
quieres, recógeme. Pero si me entiendes bien,
déjame en donde estoy: otros pasarán por mí,
como tu pasaste. Pero quiero que continúes en
tu caminar. Soy tu puente para muchas travesías
Los maratonistas aprenden varias lecciones
importantes durante los años de entrenamiento.
No importa lo experimentado que sea un corredor,
una pequeña piedra en el camino, un paso mal dado,
una distracción o miles de otros obstáculos pueden
aparecer en cualquier momento, interrumpiendo el
paso del corredor y ocasionando un accidente o un
daño. Lo mismo ocurre en el matrimonio. El tiempo
prolongado que lleven de casados no brinda inmunidad
a los problemas. Los maratonistas aprenden a regular
el paso para no agotarse en los primeros kilómetros de
la carrera. De la misma manera, las parejas debieran
ser sabias al ver la relación como de largo alcance y
así poner a los problemas y las diferencias en la
perspectiva de un cuadro mayor.Por último, los
maratonistas, a excepción de unos pocos que
encabezan el torneo, corren para mejorar sus propios
tiempos. Corren para terminar la carrera y tratan de
hacer su esfuerzo. La competencia puede arruinar
una relación. Lo mejor que cada uno puede hacer es
procurar dar lo mejor de sí y esforzarse por lograr que
la relación sea lo mejor posible."La vida de casados es
un maratón. No basta con un gran comienzo para un
matrimonio duradero. Se necesita determinación"
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