¡Que hermoso es ser niña...!
Hoy todo me sonríe, empiezo mi camino por sendas desconocidas.
Mi mirada busca entre los árboles floridos,
los ojos de mi madre que guían mi camino.
Llego a las puertas de las aulas,
¡Que grande es la escuela!
¡Que cantidad de niños hay y desde el fondo de mi alma siento ganas
de cantar!
Como pasa el tiempo no me dí cuenta, veo a una maestra que de lamano me lleva junto a los demás.
Ella muy seria nos dice, les hablaré de Gabriela Mistral.
Nos lee un poema, mientras lo hace su voz cambia de tono y se
quiebra por la emoción.
Mis ojos se abren como dos torrentes que mojan el albo delantal, la
maestra, comprensiva me dice:
Que lindo es ser niña y no ser mujer que todo lo sentimos no lo
dejamos ver.
Mi padre me acompaña a mi segundo día de clase, en mi felicidad
creo atravesar solamente senderos bordados de flores, medito en la
nueva jornada.
¿Qué cosas nuevas conoceré?
Adelante se produce un tumulto, gente aparece de todo lugar.
Mi padre dice llego Gabriela Mistral.
Mi corazón desenfrenado no me deja escuchar más.
Huyo del lado de mi padre, corro, quiero verla como en mis sueños,
tocar sus manos, mirar sus ojos llenos de dulzura para los niños y los
humildes.
Alguien en sus brazos me cogió y me dijo ahí está mostrando un
cajón negro que a medida que pasaba se cubría de flores.
Sentí gemidos, llora el viento, llora la tierra, lloran los cielos, el sol
también, cierra sus párpados y todo oscuro se ve.
Autora...Eliana V. P.
La forma de ver la vida y los acontecimientos de los niños, van
siempre llena de inocentes y profundos sentimientos.